La Banca Electrónica debe proporcionar al Cliente una variedad de servicios de valor añadido que no se pueden ofrecer a través de de la red de oficinas. No se trata, por tanto, únicamente de ofrecer al Cliente toda la funcionalidad que se presta desde la red de oficinas, se trata, de llegar mucho más allá.

La Banca Electrónica de Empresas debe proporcionar un amplio abanico de funcionalidades encaminadas a satisfacer las crecientes necesidades de los distintos tipos y tamaños de empresa (desde un autónomo a una corporación). Por otro lado, cada sector de actividad requiere unas funcionalidades de valor añadido específicas. Identificar las funcionalidades que requiere cada empresa y ofrecérselas es un valor diferencial en un sector extremadamente competitivo.

El usuario de Banca Electrónica de Empresas es heterogéneo, por el tamaño de la empresa en la que desarrolla su actividad, por su perfil profesional (autónomos, administrativos, financieros, tesoreros), por su proximidad con la tecnología, etc. Un factor esencial, a tener en cuenta, a este respecto, es la edad del usuario. En los test de usuario que realizamos se demuestra objetivamente que los jóvenes son mucho más exigentes que las personas de mediana edad, puesto que demandan a la Banca Electrónica los estándares, de hecho, que ofrece Internet. La renovación generacional, por tanto, será un factor que obligará a las entidades a una continua mejora de sus soluciones.

Debemos encaminar todos nuestros esfuerzos a conocer las necesidades de cada uno de los usuarios, para ello, existen multitud de técnicas y herramientas, su uso combinado y un correcto análisis experto de los resultados garantizará que construyamos una solución orientada al usuario.

No debemos olvidar que la Banca Electrónica de Empresas es una herramienta de trabajo, y en este sentido, el talento debe orientarse en facilitar al usuario su trabajo diario. Por esta razón, siendo el diseño gráfico un elemento de gran importancia, debe, ante todo, ser un facilitador de la usabilidad.

De forma no intrusiva, y en la medida que nos lo demande, la Banca Electrónica nos permite ofrecerle a nuestro Cliente nuevos productos y servicios.

El acceso desde dispositivos móviles a la Banca Electrónica es una necesidad, no sólo se trata de que un usuario pueda realizar ciertas funcionalidades desde su dispositivo, tampoco de que nuestra Banca Electrónica se adapte a las posibilidades de cada dispositivo. Debemos ofrecer un universo de posibilidades para que el usuario elija el subconjunto de soluciones que mejor respondan a sus necesidades y preferencias.

Las redes sociales son un catalizador de nuestra presencia en Internet, la cuestión, por tanto, no es decidir si, ¿estamos o no en las redes sociales?, se trata de decidir cómo debemos estar.

La personalización es una funcionalidad prioritaria, tenemos que ofrecer al usuario experimentado, de una forma sencilla e intuitiva, una solución que llegue hasta donde él quiera llegar, pero sin olvidarnos de los usuarios poco familiarizados con las últimas tecnologías.

Es imprescindible conocer en profundidad, desde distintas perspectivas, esta actividad, pues debemos poner en práctica las metodologías, herramientas y mejores prácticas que nos garanticen la definición de una solución óptima. No debemos improvisar, debemos innovar.

En este post, por su carácter divulgativo, no hay referencias tecnológicas, reconociendo de antemano que la tecnología es sólo un medio para conseguir un fin y nunca un fin en sí misma.

Debemos poner en valor que la Banca Electrónica, es la única oficina por la que nuestros clientes pasan todos los días. ES MÁGICA, tiene el poder de conocer al cliente cuando abre la puerta y adaptarse a sus preferencias y necesidades.

Para terminar, realizamos tres preguntas:

• ¿Mi Banca Electrónica sabe reconocer y adaptarse a las necesidades y preferencias de mi cliente, para ofrecerle, las soluciones, que me está demandado?
• ¿Existe otra área de mi entidad donde si invierto conseguiré una mayor rentabilidad?
• ¿Dispongo del tiempo necesario antes de que mi cliente se vaya?